El poder de mis creencias es el título que el señor ha inspirado en mi corazón darle a estos pensamientos que quiero compartir con todos ustedes. Nuestras creencias, lo que nosotros creemos, no son un simple conjunto o una especie de montón de ideas huecas, ritualistas, religiosas que rayan con el fanatismo del fin de semana sin compromiso. Cuando hablamos de creencias no hablamos de posiciones religiosas ni de rituales que tienen que ver con esa forma de entender la fe. Cuando hablamos de creencias ciertamente hablamos de algo serio. Estamos diciendo que nosotros como cristianos hemos incorporado a esas creencias porque creemos en ellas y porque afirmamos que son verdad. Afirmamos que son ciertas. Afirmamos más todavía que esas creencias son lo suficientemente dignas para que podamos nosotros construir y aún moldear toda nuestra vida.